6/02/2016

Prólogo: El Alquimista



Después de mucho tiempo sin subir nada de escritura, y ya "en vísperas" de la publicación de "Los Ecos de la Venganza" (a falta de la maquetación, de un nuevo título y de la portada), he comenzado a preparar la siguiente novela, que desarrolla una idea tangente a Los Ecos, de la cual hice un trozo que, de hecho, iba a formar parte del final de la novela originalmente, pero que finalmente no va a ir con ella ya que más  que añadir algo al final, lo deja abierto en vez de cerrado. El trozo  en cuestión es de 2013, por lo que está bastante poco refinado y es bastante basto en términos generales. Aún así, la idea de "El Alquimista" surge en términos generales de allí, y se compondrá las andanzas en solitario de Fharrel (Jan Farelian), tras los sucesos acontecidos en Los Ecos (y por tanto contiene spoilers menores), y de algún modo formará el puente entre Los Ecos y su secuela, de la que este personaje tmbién formará parte. Sin más, el texto, esperando simplemente que os guste : )


Mi Querida Caroline,

Te escribo puntualmente esta carta, tal y como te prometí la última vez que nos vimos. Cuento con calma cada día que pasa, sabiendo que es un día menos para poder volver a ver tu rostro, y mientras lo hago, te imagino, a ti, Caroline, mi dulce Caroline, buscándome entre las sombras, preguntándote si acaso en esta ocasión no te habrá de llegar mi carta, este escrito que con tanto aplomo te envío cada mes, siempre para asegurarme de que no te olvidas de mí, de la promesa que te hice. No me verás en tu palacio de marfil, no aún, aunque sé que seguirás buscando mis ojos en el rostro ajeno, mi olor en cada cruce de pasillo. Sé que esta carta no ahogará las ascuas que te consumen, pero te lo aseguro, mi promesa sigue viva, ahora y siempre.

No te olvido.


Llegaba tarde, lo sabía. Llevaba meses esperando aquel momento y, a la hora de la verdad, ya se sentía decepcionado antes incluso de empezar. A su alrededor, la gente bullía en un alboroto alegre, quizá no especialmente intenso, pero a él se le antojaba ensordecedor.  Sí, le sudaba la mano, le sobresaltaban las pisadas de los extraños a sus espaldas, y su mirada corría de aquí para allá inquieta. Se abrió la puerta por enésima vez aquella noche, en el otro extremo de la sala, donde se agrupaban los bebedores más fugaces. Él no alcanzaba a ver la entrada, pero en ese mismo momento supo que su cita había llegado. Durante un breve momento, los rostros curiosos le dieron la espalda, señal inequívoca de que algún viajero extravagante había cruzado el umbral. 


Covedine ni siquiera estiró el cuello: conocía los hábitos de su invitado, así que simplemente trató de parecer lo más cómodo posible y dio un trago a la jarra de cerveza.


Esperó unos segundos y sólo entonces vislumbró, sobre los cogotes de la multitud, una larga pluma verde coronando un sombrero de ala. Para su sorpresa, el viajero de la pluma no se dirigió hacia él, sino que, de hecho, se plantó en la barra y estudió con detenimiento toda la sala, justo antes de encargar una bebida. Covedine le miró, inseguro, y le saludó con la mano. El extraño lo vio a él, de eso estaba seguro, pero en lugar de responder el saludo se encogió de hombros y le dio la espalda.  El hastiado hombre bufó; estaba claro que aquel no era su acompañante, lo que implicaba seguir esperando. Se preparó para darle otro trago a su bebedizo, y entonces una mano amiga lo sobresaltó.


“Debía asegurarme” le susurró al oído una voz “la última vez que me encontré con un viejo conocido, intentó que la guardia me arrestase. Qué te voy a decir. No terminó bien. No para la guardia al menos”


El hombre que le había tocado el hombro aún permanecía a sus espaldas, fuera de su campo de visión. Covedine no reaccionó. Le temblaba el pulso, pero hizo acopio de valor y, con cuidado, dio un nuevo trago a su jarra. La mano amiga le palmeó con calidez, y sólo entonces el alquimista se sentó a su lado, vestido, en contra de todo pronóstico, con ropa completamente normal. En su mano llevaba una jarra más apurada que la suya propia, lo que significaba que llevaba en aquella sala más que él.


“Es bueno volver a verte, Jan” articuló, no sin cierto esfuerzo “Después de tantas cartas y de tanto esperar, comenzaba a pensar que no vendrías, que te habría pasado algo. ¿Has estado bien?”


“He” replicó él, esbozando una sonrisa torcida y volviendo a palmearle el hombro. “Covedine, mi viejo amigo… tú eres, según he oído, uno de los pocos leales que estaba allí, en la gran garganta cuando mi padre murió. Sin embargo” añadió el alquimista, mirándole a los ojos “yo no te vi por allí”.


“Huí” bufó el hombretón con un gesto de desdén. El alquimista le miró de hito en hito y reforzó más su sonrisa. Desde que él se había sentado a su lado, el veterano había comenzado a sentirse peor: estaba casi seguro de que sólo eran los nervios, pero tenía sudores fríos, se notaba débil y las risotadas, los comentarios subidos de tono a tan solo unos pasos de él, ahora se le antojaban un murmullo ininteligible. Sin duda eran sólo los nervios, no debía mostrar miedo.


“Siempre me ha gustado tu humor” susurró su invitado, justo antes de comenzar a aplaudir despacio. “El viejo Covedine” pronunció con énfasis, “siempre ácido, siempre… leal. Por eso me gustas tanto. No hace falta ser un genio para saber lo que te pasó aquel día, sólo quiero saber qué opinas tú de los rumores”


El hombre bebió. La bebida se le antojaba insípida, aunque bien podría haber sido por el tiempo que llevaba servida en la jarra. Él levantó el brazo para pedir, pero su acompañante le sujetó presto, mientras le seguía mirando a los ojos, y empujó su propia jarra junto a él. Covedine bebió. El hombre le asustaba, pero no estaba dispuesto a dejárselo ver. Tomó la jarra de bebedizo que le tendía el alquimista y la vació de un solo trago. Jan Farelian volvió a aplaudir, de nuevo despacio, de nuevo con aquella sonrisa mordaz.


“Yo no sé nada” bufó al cabo el veterano. “Estaba inconsciente, así que… qué más da. Jul murió aquel día dando la vida por los suyos, es lo único que sé, y lo único que me importa, la verdad”.


Los dos continuaron en silencio, sin mirarse. Covedine se sentía sorprendido por su propio arranque. Desde que había visto al alquimista había sido incapaz de articular una frase convincente, y de pronto acababa de mostrarse desinteresado, no sólo en lo que le preguntaban sino casi en todo lo que aquel hombre significaba. 


Jan Farelian asintió, se levantó y caminó hasta la barra. Allí habló con el joven del sombrero emplumado, que les observaba ahora con atención. Los dos intercambiaron algunas palabras, y entonces el del sombrero pagó y se fue. El alquimista, sin embargo, pidió otras dos jarras y se dirigió de nuevo a la mesa, donde Covedine esperaba fingiendo indiferencia.

“Esta” indicó el alquimista, mientras le tendía una de las jarras y le invitaba a brindar “no está envenenada”. Los dos rieron, aunque el veterano lo hizo con nerviosismo. No pudo evitar darse cuenta de que ya no le temblaba el pulso y la mano le había dejado de sudar. Sin lugar a duda, los nervios habían ido a menos. Tenía que ser eso.


“Entonces” susurró el veterano, ahora sonriéndole a su compañero “¿Me vas a contar a qué te has estado dedicando?”

“Por supuesto” replicó el alquimista, de algún modo menos amenazante “A eso he venido”


5/03/2016

Tarta de almendra del día de la madre de Arke : D (con o sin gluten)

Bueno, después de mucho tiempo sin compartir recetas, y con el blog así de desorganizado y sin pinta de ir a dejarlo bonito hasta el verano, subo una receta fácil, más o menos rápida y muy resultona: ni más ni menos que una rica tarta de almendras (con o sin gluten).
Duración: 15-20 minutos + media hora de horno.



En nuestro caso, los ingredientes que hemos utilizado han sido los siguientes:

  • 3 Bolsitas de 125 gr de almendra molida del Alimerka
  • 1 Vaso-250 ml de leche desnatada
  • 3 Huevos
  • 1 Yogurt griego 
  • Azúcar al gusto 
  • Canela 
  • Un "trocito pequeño" de mantequilla
  • Unos chorritos de aceite de oliva
  • 1 Toque accidental de nuez moscada
  • 1 Rollo de hojaldre, creo que del Alimerka también 
Anotaciones: no puedo asegurarlo, pero me imagino que cualquier hojaldre o almendra sirva, sea o no del Alimerka. Respecto a las cantidades de azúcar, canela y nuez moscada, tampoco he especificado porque creo que va un poco al gusto de cada uno; procedo a explicarlo con detalle durante la elaboración. Si compráis las almendras enteras y las picais en una picadora, tened en cuenta que no va a quedar como almendra molida, y que si os pasais quedará una especie de puré por el aceite que sueltan. Me imagino que con el puré ese quede igual de bien, pero no puedo asegurarlo. En cualquier caso nosotros las cogimos molidas porque salían igual de precio y nos ahorrábamos pelarlas y picarlas.

La receta toma unos 20 minutos o algo menos de preparar, y el resultado final es "pseudobizcocho"; es decir, es seca, no es como otras tartas de almendra que parecen almivaradas. El sabor es muy intenso, a mí me ha encantado el resultado... y la verdad, me ha sorprendido también, entenderéis por qué por el camino.

Elaboración:
Lo primero de todo es extender el hojaldre en la fuente que vamos a utilizar. Si deseáis hacer una tarta sin gluten, simplemente usad un hojaldre de este tipo, que saben prácticamente igual pero son mucho más caros. Cuando los necesitamos, solemos adquirirlo en el Corte Inglés.

En nuestro caso hemos pasado las almendras un poquito por la sartén para dorarlas un poco con unas gotas de aceite de oliva. En otros casos he usado el microondas y se doran igual de bien y tardan menos, pero también se queman más fácilmente, ojo con eso. Mientras se doran podéis continuar con lo demás, porque es bastante rápido.

En un bol hemos batido los huevos, y cuando han estado bien batidos hemos echado el vasito de leche. Una vez que ha quedado un poco homogéneo, he añadido el yogurt griego, que como veréis queda bastante asqueroso al principio, pero revolviendo un poco bien también "desaparece". A estas alturas, deberíais tener ya las almendras doraditas; lo sabréis por el olor, ya que tienen un olor característico muy agradable; una vez empiecen a oler es el momento de quitarlas del fuego o del microondas, ya que aunque se pueden dorar un poco más aún, a partir de ahí es muy fácil que se quemen.

Una vez que tenemos listas las almendras y la mezcla de los huevos bien batida, lo podemos echar todo en una cacerola o una olla. Yo eché primero la mezcla, luego el trocito de mantequilla, y después la almendra doradita molida, con el fogón al mínimo. En cuanto a la cantidad de azúcar, yo he espolvoreado la superficie con azúcar un pr de veces (a ojímetro, he echado unos 90-120 gramos de azúcar. Ha quedado en mi opinión lo justo; admitía más dulce pero no le hacía falta. Aún así eso ya puede ir a gusto del consumidor. He visto que algunas recetas recomiendan casi tanto azúcar como almendra, así que si queréis echar más... pues más rico sabrá, o no. Pero seguro que dará más diabetes!

Después de eso, he estado revolviendo un rato para que no se pegase ni se quemase, y he añadido lo que pensé que era canela, que resultó ser nuez moscada. Le añadí sólo un toquecito, y luego traté de taparlo todo lo posible con canela, digamos 3 o 4 toques. Después de seguir revolviendo hasta que comenzase a hacer gorgoritos, lo echamos en el molde.

Una vez en el molde, va al horno sin precalentar ni nada, 25-35 minutos a unos 200-220 ºC, y después de sacarlo recomiendo dejarlo reposar unas cuatro o cinco horas, ya que dos horas después de sacarlo del horno seguía teniendo aspecto de estar crudo por dentro, y además caliente no sabe igual de bien.

Pasadas estas 4-5 horas, seréis los orgullosos poseedores de una genuina tarta de almendra del día de la madre de Arke. Felicidades!!

4/09/2016

Cómo crear tu propio mapa sin tener ni idea de fotochop ni otros "pogramas" de diseño, Parte 1.

Buenos días! Hoy voy a comenzar (y con suerte terminar) una serie de entradas sobre cómo crear un mapa más o menos realista, aprovechando que he retomado el trabajo de mi antiguo mapa (la recuperación del archivo original, que se perdió, a través de una captura de pantalla), y de paso he decidido hacerlo en resolución 4k (en teoría). Para continuar, lo primero de todo es decir que el primer mapa que tenía, a 1080, lo hice siguiendo los resultados de este tutorial, por lo que lo que yo voy a ir diciendo se va a ceñir al mismo hasta ser prácticamente una copia en los elementos principales, y donde luego introduciré mis propias ideas.

Bien, lo primero es disponoder del programa en cuestión; yo he usado photoshop porque es el que "medio sé" utilizar, pero creo que el GIT es bastante sencillo y es gratis. Lo primero es abrir un documento del tamaño deseado (en neustro caso 3840 x 2160 píxeles), y después detallar qué forma deseamos que tenga el mapa. Para eso, podemos hacerlo a mano o generando patrones al azar hasta que encontremos algunos que nos gusten y los guardemos.

Si lo deseamos hacer a mano, lo ideal es hacer un trazado general de la forma (selecionamos la herramienta pincel y hacemos una silueta simplona para que nos sirva de guía), y después creamos una nueva capa, y sobre ella trabajamos lo que va a ser el relieve de nuestro continente con un pincel de 1-3 píxeles (px). Particularmente, y sobre todo teniendo en cuenta que en este caso el archivo es 4k, el trabajo de hacerlo a mano es titánico, por lo que yo he aprovechado mi mapa antiguo en 1080 (4k es el cuádruple), que a su vez hice generando formas al azar. Cito la fuente original para el método:
1.1.- Primero, vamos a Photoshop y creamos una nueva imagen en blanco de 1000x1000px. Apuntaremos a un mapa de 500x500px, pero con este estilo es siempre buena idea primero hacer la imagen mas grande y luego reducirla, para mejorar el detalle.
1.2.- Con el lienzo en blanco, lo primero que haremos sera generar un efecto de Nubes. Estas producen un patron al azar de tonos, que nos servira para despues generar continentes. Vayan a Filter > Render > Clouds. El resultado sera algo como esto:
1.3.- Ahora necesitamos aplanar estos tonos, asi que vayan a Layer > New Adjustment Layer > Threshold. De nombre, ponganle "Base". 

 Haciendo esto obtendremos figuras bastante deformes, que podemos ir guardando separadas y pegar luego en un mismo documento para formar continentes, tal que así.

Esto nos dará la oportunidad de crear unas estructuras básicas en blanco y negro con bordes serrados (mucho más realistas que si lo hacemos "a mano y rápido" en resoluciones altas).

Para trabajar más cómodamente, vamos a separar las capas de tierra y de agua. Esto lo haremos de la siguiente manera: Herramienta "varita mágica" ( cuarta desde arriba en el panel izquierdo), que sirve para seleccionar superficies. Una vez seleccionada, en el menú superior (justo debajo de "editar) seleccionamos el modo "añadir a la selección", de forma que cada vez que hagamos click en una superficie lo añadirá a lo que ya tenemos seleccionado.

Una vez tengamos seleccionado todo el mar (o toda la tierra, da lo mismo). Vamos a "Capa: nueva capa" (O control+ shift +N, que es el atajo) y pegamos la selección. De esta forma, en el panel de "capas" (a la derecha por defecto) tendremos ya dos capas. Una será el mar y otra la tierra. Las coloreamos en consecuencia, obteniendo algo así:





Como podéis ver, al copiar y pegar las estructuras al azar me han quedado algunas líneas rectas, y algunos continendes demasiado grandes. Esto lo remediaremos más adelante.


 Antes de pasar a hacer los bordes costeros (que en la imagen superior ya están hechos, pero no os preocupéis), vamos a pasar a hacer modificaciones y arreglos en los continentes. Para ver posibles problemas, podemos ir a la capa de los continentes (que recomiendo llamar "continentes" para no liarse más adelante). Le hacemos click derecho en el menú de capas y vamos a opciones de fusión: Trazo. Así veremos los problemas que podamos tener como el del continente inferior de la imagen que acabamos de ver. En este caso,  los arreglaremos con la herramienta "pincel". Usamos el mismo color que para el resto de la tierra y pintamos por encima de los bordes que no queramos. Si no nos gusta algún trozo de continente y queremos quitarlo o añadirlo, este es el momento, como muestro aquí:

(a la izquierda el continente en el mapa nuevo, dividido en dos continentes más pequeños, y a la derecha en el mapa viejo, antes de que hiciese los cambios)

Si habéis hecho cambios, recordar volver a rellenar los huecos (por ejemplo, se ve que tengo trozoa de mar en blanco por haber quitado zonas que antes no estaban pintadas por tener "tierra" encima).

Ahora sí, pasamos a hacer los bordes costeros, tal y como se nos indicaba en la guía original: Vamos a la capa "continentes" y seleccionamos todos los continentes con la varita. Cito de la fuente:

4.1.- Lo primero que vamos a hacer es contornear la tierra seca. Partamos creando una nueva carpeta de layers, de nombre "Borde Costero", apretando en el icono de carpeta en la parte inferior-derecha.
4.2.- Seleccionen dicha carpeta y creen un nuevo layer en blanco. Ponganle "Costa 1".
4.3.- Seleccionando esa capa, carguen la seleccion de Alpha 1.
4.4.- Ahora vayan a Edit > Stroke. En la ventana que se abre, seleccionen 2 px y color negro. Dejen lo demas como esta.

 (layer = capa) (stroke = borde) 
Esto hará que la tierra tenga un reborde negro finito, dándole sensación de estar mejor definida. 
Con este proceso el mapa realmente gana "pinta de mapa", ilustro el cambio:

A la izquierda el documento con los límites continentales, a la derecha sin ellos.
Continúo citando:

4.5.- Luego dupliquen "Costa 1" dos veces (haciendo click con el boton derecho sobre la capa y seleccionando "Duplicate Layer"), poniendoles "Costa 2" y "Costa 3" respectivamente. "Costa 1" debiese quedar debajo de "Costa 2" y esta a su vez debajo de "Costa 3".
4.6.- Ahora seleccionen "Costa 1" y vayan a Filter > Blurr > Gaussian Blurr y seleccionen 1,0 px.
4.7.- Repitan el proceso con "Costa 2". Dejen "Costa 3" como esta.

 (Blurr = desenfoque. Gaussian blurr = Desenfoque gaussiano)

Para dar el efecto de "Oleaje" que se ve en las figuras terminadas, procedo citando a la fuente:
(Nota: la selección "alpha1"  que se cita, es lo equivalente a seleccionar la capa "continentes" y seleccionar las piezas de tierra con la varita, simplemente)
4.8.- Creen una nueva carpeta. Ponganle "Degradado Costero".
4.9.- Dentro de la carpeta, creen una nueva capa de nombre "Linea 1".
4.10.- Seleccionando "Linea 1", carguen la seleccion de Alpha 1 y vayan a Select > Modify > Expand y pongan 5 px.
4.11.- Sin soltar la seleccion, ahora vayan a Select > Modify > Feather y pongan 1 px.
4.12.- Ahora vayan de vuelta al menu de strokes y hagan una de 1 px.
4.13.- Apliquenle Gaussian Blurr de 1,0 px a "Linea 1".
4.14.- Creen una nueva capa en "Degradado Costero" de nombre "Linea 2".
4.15.- Similar a lo anterior, pero esta vez el Expand es de 10 px.
4.16.- Creen otra capa mas, de nombre "Linea 3".
4.17.- Una vez mas lo mismo, pero esta vez con un Expand de 17 px y un Feather de 3 px.
4.18.- Reordenen las capas para que Linea 3 este bajo Linea 2 y esta a su vez bajo Linea 1.
4.19.- Apliquen Gaussian Blurr de 1,0 px a las tres capas.
4.20.- Disminuyan la opacidad de Linea 2 a 50% y la de Linea 3 a 30%, a fin de dar un efecto de desvanecimiento.
4.21.- Jueguen con las opacidades de las capas "Color Agua", "Color Tierra" y los bordes costeros para cambiar los efectos. Yo usualmente los dejo al 75%.

Todo lo relativo a crear capas y carpetas de capas se hace desde el menú "capas" de la derecha del documento.  (Feather = desvanecer)  (expand = expander) (modify = modificar).


Una vez terminado este paso, debería quedar algo como lo que tenemos a la izquierda de la imagen, obviando las tonterías que tengo escritas sobre el mar.

Antes de continuar "creando" cosas, recomendaría por pura comodidad hacer un par de arreglos: En mi caso he añadido unos remarcos negros a modo de "atlas esférico". También he probado añadiendo algunas texturas antiguas (pergaminos, polvo, cuero, madera, etc). Para hacerlo, la forma más sencilla e smeter estas palabras una por una en google o cualquier otro buscador, buscar imágenes que no tengan derechos de propiedad y pegarlas encima del documento.  Se pegarán como una nueva capa, a la que recomiendo poner nombre para no liarse. A esta capa, desde el menú de capa podemos bajarle la opacidad para que sea translúcida o borrarle algunas zonas usando la herramienta "Goma de borrar" con una opacidad o flujo bajos (15-40%) para remarcar algunas zonas y dejar otras "ocultas bajo la textura antigua".

Yo he probado varias y he dejado una de madera al 68%, que a su vez he borrado sobre algunas zonas para hacerlas más visibles, como el centro del continente principal, impidiendo de esta forma que la textura sea un problema a la hora de ver el mapa, que es lo que realmente queremos.

Respecto al marco negro (que luego seguramente sustituya por alguna otra textura, pero para trabajar facilita centrarse), simplemente he creado una nueva capa, he usado la herramienta "seleccionar recuadro" (segunda del menú izquierdo", y dejando el click pulsado nos da otras opciones; en mi caso, óvalo. Una vez hecho el óvalo que uno desea, invertimos la selección (Selección> invertir, o atajo Control+shiftI), ya que por defecto estamos seleccionando el interior del óvalo, y lo que queremos es el exterior (las esquinas). Hecho esto, lo pintamos de negro con un pincel o con la herramienta "bote de pintura". A estas alturas tenemos algo más o menos así:


A estas alturas ya tenemos lo esencial creado. Al hacer los recuadros, es importante fijarse que los límites de los continentes de la izquierda coincidan con los de la derecha. Esto lo podemos ver usando la herramienta "seleccionar recuadro > Herramienta de marco fila única", que hará una línea horizontal de 1 pixel de ancho, permitiéndonso crear reglas. Estoy seguro de que tiene que haber la opción de mostrar reglas de hecho, pero yo lo hice así.

Una vez hecho eso, seguí el consejo del tutorial de hacer un esquema sobre "forma de los continentes" (zonas altas, zonas bajas, etc), pero creo que es perfectamente salvable.

De esta forma lo que hice fue algo así (lo enseño por zonas para no subir 3 fotos):
A la izquierda, sólo placas tectónicas. En el medio, elevaciones del continente por zonas, y a la derecha sólo líneas regordetas marcando el recorrido general de las montañas.
Total, que una vez sabemos dónde vamos a querer tener las montañas, comenzamos a hacerlas. Si el mapa es enorme y sólo lo queremos para tener unaorientación, recomiendo buscar algún pincel de fotoshop que incluya montañas pre-hechas y no complicarse la vida, porque en un mapa grande es con mucha diferencia lo que más tiempo lleva de dibujar a mano (al menos a mí).

A la hora de dibujarlas a mano, hay muchas opciones. En mi opción vieja las hice sencillas y daban muy buen resultado. En la versión nueva las estoy haciendo más intrincadas, "formando cordilleras", y aunque haciendo zoom se ven bastante feas, en conjunto dan un resultado mucho más elegante y realista, en mi opinión. Aún así esto ya es cuestión de gustos. Adjunto captura con zoom a 170%

Para hacerlas del segundo modo, la clave es jugar no sólo con la forma y el contorno, sino ir usando una escala de sombreados que den una idea de tridimensionalidad. Además se puede añadir un sombreado más clarito en torno a las zonas montañosas que den ilusión de relieve, o si se sabe dibujar de verdad (no es mi caso), hacer las formas que den tal idea.

Finalmente quedan los ríos, que son bastante sencillos. En una nueva capa (llamémosla ríos), simplemente cogemos un pincel de 1-3 píxeles (al gusto) y los dibujamos. Para dar sensación de menor cauce al principio y más al final, de nuevo los repasamos con la goma de borrar jugando con la opacidad (la ponemos al 27% por ejemplo, y le damos una, dos o tres pasadas según como queramos que se vea el tramo).


Con esto queda terminado todo lo que es la creación del mapa. Quedaría añadir puntos de zonas, nombres, etc, y eso ya e salgo demasiado personal. En mi caso he buscado una fuente que me gustase (Callygraph bt22) y la he ido aplicando encima de cada zona. Luego les  he aplicado desde el menú de capas, click derecho > Deformar texto, para darles formas arqueadas y hacer que encajasen en las regiones sin pasar por encima de montañas u otras cosas que dificultasen su lectura.

Como podéis ver, al final es más echarle ganas que otra cosa, porque buscando un poco y haciendo pruebas otro poco se sacan cosas bonitas sin necesidad de saber controlar bien los programas de diseño.

Espero que esto pueda servir tanto a alguien hoy por hoy como me sirvió a mí en mi día.

Un saludo!